“El workplace ya no es opcional, es fundamental lograr y mantener la resiliencia digital”. Así de claro lo tienen los analistas de Gartner. Por esta razón, las empresas tienen que ponerse las pilas para estar a la altura de las circunstancias y construir una estrategia que incluya contenidos, procesos y servicios de colaboración para brindar esa continuidad empresarial tan necesaria en los tiempos que corren.
La cuestión es que no todos los miembros de tu organización están en el mismo punto de partida. Muchos empleados prefieren utilizar herramientas como el correo electrónico, el Excel, el Word, el PowerPoint… Saben cómo crear documentos usando soluciones de oficina y almacenarlos en su disco local. De hecho, los nuevos sistemas les causan estrés, por lo que los dejan de lado. Error. La productividad cae a pesar de que la tecnología está presente en el camino. Es momento de que la gestión del cambio organizacional entre en escena.
¿Para qué? Para la adopción y satisfacción de los trabajadores con las innovaciones. También pone su granito de arena a la hora de facilitar las actividades empresariales digitales y un entorno de trabajo ágil, a través de cosas y espacios de trabajo inteligentes, donde todos los participantes sepan cómo funcionan, cuál es su papel y cómo pueden mejorar su día a día. Es verdad que es esencial configurar espacios de trabajo virtuales y admitir modelos de trabajo flexibles. Y es que no hay que olvidar que el 48% de los empleados trabajará de forma remota parte o todo el tiempo después de la COVID-19, según Gartner.
Rediseñar las tecnologías del lugar de trabajo es esencial. Es más, los analistas de Forrester consideran que la automatización robótica de procesos seguirá siendo una de las áreas de mayor crecimiento a lo largo de 2021, ya que cada vez más organizaciones buscarán automatizar las tareas repetitivas y dedicar a su personal a funciones de mayor valor.
Pero no solo es clave poner la lupa en los empleados, los usuarios finales y los clientes también tienen mucho que decir en este tema. Por ello, las empresas tienen que proporcionar una experiencia total que combine la experiencia de cliente, de empleado y de usuario. ¿Por qué? Los expertos tienen claro que vincular de manera estrecha todas estas experiencias en lugar de mejorar de forma individual cada una en un silo, diferencia un negocio de los competidores de una manera que es difícil de replicar, lo que crea una ventaja competitiva sostenible.
El roadmap de las compañías que quieran transformar sus modelos productivos debe ahondar en que las soluciones tecnológicas propicien una experiencia de cliente y empleado perfecta. Además, es clave fortalecer esa relación para un fin común. Y eso pasa por ser capaces de digitalizar sus procesos de venta, optimizar su modelo comercial y generar negocio de manera transversal. Sin perder de vista los siguientes puntos:
– Reflejar de forma visual e intuitiva la productividad de los empleados, el intercambio de conocimientos y la gestión exitosa de los proyectos con sus clientes.
-Diseñar una experiencia centrada en empleados y usuarios finales.
-Ofrecer un espacio innovador y disruptivo en el que los clientes reciben respuestas claras y concisas a sus necesidades, eliminando todo el ruido de la información.
Y es que las cifras indican una tendencia que ha llegado para quedarse. Según las previsiones de Forrester, más de una tercera parte de los empleados en Europa trabajarán en remoto el próximo año. A esto se suma que el 49% de los responsables de negocio prevé incrementar la cifra de trabajadores que teletrabajen a tiempo completo en 2021.
