La pandemia ha empujado a las organizaciones a adoptar nuevos comportamientos que se van a mantener en la nueva normalidad. Como dato, según McKinsey, alrededor del 25% de los empleados podría trabajar desde casa entre tres y cinco días a la semana, lo que representaría de cuatro a cinco veces más trabajo remoto que antes de que el coronavirus golpeara el mundo.
Un gran cambio en la geografía del trabajo que requiere de una inyección importante para acelerar la Transformación Digital. Al respecto, una encuesta global a 800 ejecutivos arrojó que dos tercios de las compañías que estaban aumentando la inversión en automatización e inteligencia artificial de forma significativa. ¿Por qué? Para hacer frente a un escenario con nuevas normas, herramientas tecnológicas, redefinición de los procesos, adaptación de los trabajadores y gobierno.
Un paso al frente que, en ocasiones, se ha traducido en una presión para acelerar las operaciones, que ha redundado en sobrecarga a los empleados con tareas de poco valor añadido. Por ello, es fundamental poner el foco en aquellas cuestiones que ralentizan los procesos, incrementan los costes de las operaciones, frenan el crecimiento del negocio y exponen a la empresa a riesgos innecesarios. La agilidad debe ir unida a la eficiencia.
En este camino son claves las herramientas para la comunicación bidireccional. Un foro en el que los ejecutivos puedan averiguar qué ocurre en la organización, a la vez que sirve para mejorar la productividad, reducir la distancia entre las personas y mejorar la cultura empresarial. También es esencial que esas soluciones sirvan para que las personas establezcan su propio ritmo de trabajo. Sin olvidar que agilicen la toma de decisiones, permitan administrar y compartir cargas de trabajo, y ayuden a colaborar de manera más eficaz.
SilverStorm acompaña a las empresas que apuestan por un lugar de trabajo digital, donde conjugan a la perfección diferentes formas de trabajar más disruptivas, sostenibles y eficientes, a la vez que aumenta el compromiso y la agilidad de los empleados, y consigue procesos y tecnologías orientadas a sus usuarios.
Las nuevas circunstancias exigen nuevas prioridades para convertir los sueños de hoy en realidades del mañana. Prioridades que pondrán en funcionamiento todos los aspectos del negocio. Para ello habrá que evaluar el estado actual para identificar áreas de mejora y comprender cómo encaja en tu visión para el futuro.
